Una boda llena de historia, solidaridad y detalles únicos
Clara y Vicente crecieron juntos, compartiendo una amistad que con el tiempo se transformó en una hermosa historia de amor. El 8 de octubre de 2016, decidieron dar el «sí, quiero» en la majestuosa iglesia prioral de Santa María en Carmona, en una ceremonia que reflejó la esencia única de su relación.
La novia sorprendió con un vestido corto con un lazo azul que combinaba perfectamente con sus zapatos y el tocado diseñado por Carmen Sánchez. El ramo, compuesto de paniculata y flores preservadas, fue una preciosa creación de David Lara Florista, añadiendo un toque romántico al look de Clara.
La ceremonia, íntima y emotiva, estuvo oficiada por un sacerdote cercano a la familia, y fue amenizada por un dúo de música africana instrumental, con los sonidos únicos de la kora y el timbal, que aportaron un aire mágico al momento.
El almuerzo tipo cóctel se celebró en la Casa Palacio Puerta de Córdoba, un enclave histórico y encantador en Carmona. Lola Catering se encargó de deleitar a los invitados con una exquisita selección gastronómica, mientras los propios novios se ocuparon de los detalles decorativos, que incluyeron un seating plan, un árbol de huellas y rincones decorativos que realzaron la belleza del lugar.
En un gesto de solidaridad y generosidad, Clara y Vicente decidieron donar los regalos de los invitados a la ONG Patch Adams, entregando como símbolo unas divertidas narices de payaso, que arrancaron sonrisas y recordaron a todos la importancia de ayudar a quienes más lo necesitan.
El día quedó inmortalizado gracias al talento de José María Dana, quien capturó con maestría cada instante de esta boda tan especial.
Una celebración que mezcló tradición, creatividad y un espíritu solidario, reflejando la personalidad de una pareja única.